miércoles, 16 de diciembre de 2009

Y, si fuera ella?


"Me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o de pasas de higo
un cutiz de durazno o de papel de lija
le doy una importancia igual a cero al hecho de que amanezcan
con aliento afrodisíaco o aliento a insecticida
Soy perfectamente capaz de soportar una nariz que ganaría el primer lugar en una exposición de zanahorias
Pero eso si -y en esto soy irreductible-
Bajo ningún pretexto les perdono que no sepan volar
Si no saben volar pierden el tiempo conmigo.

Qué delicia la de tener una mujer tan ligera
aunque nos haga ver de vez en cuando las estrellas
Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes
La de pasarse las noches de un solo vuelo
Después de conocer una mujer etérea
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿Verdad que hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca
o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo por lo menos soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre
y por más empeño que pongo en concebirlo
no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando".

(Parlamento de Darío Grandinetti representando a Oliverio en la película El Lado Oscuro del Corazón, tomado del poema numero uno de "Espantapájaros" libro del poeta argentino Oliverio Girondo publicado en 1932 y también citado en la novela Tan Lejos/Tan Cerca del escritor ecuatoriano Marcelo Báez el año 1995)

Como adoro esa novela, es una de mis favoritas si no es la que me gusta más y es que cada vez que vuelvo a leerla descubro algo mas acerca de mí.
Las ansias de Oli -en la película- por encontrar a la que vuela contrastan con la pérdida que sufre Pietro de su amor volátil, la ligera, la inmutable, la volada, la que sabía volar, que se va sin mirar atrás, que despega sin previo aviso. Ambos personajes ya los he interpretado, y es que después de estar tan alto, la caída siempre es dolorosa.

Mujeres que vuelan... eso no se ve todos los días y si alguien quiere encontrar una debe tener la mirada puesta en el cielo constantemente. Debo decir que he encontrado algunas (vaya suerte la mía) pero al ser tan frágiles, como vinieron se fueron, volando; o quizás soy yo que no pude aprender a volar junto a ellas y bueno...

Ya no busco a la que vuela, porque ya la encontré, en tiempos diferentes y espacios diversos, ahora busco aprender a volar y eso es todo lo que necesito mientras observo las estrellas, hasta que te vuelva a encontrar.

Y, si fuera ella? (Alejandro Sanz)

No hay comentarios.: