sábado, 24 de junio de 2017

El Cáncer y Yo

Hace unos días después de una larga jornada de trabajo me encontraba exhausto, aún así, por la noche debía dirigirme a un concierto. Después de pasar una excelente velada sentía mi cuerpo rendido y no podía siquiera permanecer de pie, a pesar de estar tan cansado, la adrenalina del concierto no me dejaba dormir, sentía mi cuerpo pesado, pero mi cerebro no dejaba de pensar en muchas cosas, y creo que en algún momento empecé a delirar. En mis delirios tuve la sensación de sentir un nódulo detrás de la cabeza, lo que me hizo recordar a mi madre cuando enfermó y murió de cáncer, y por una extraña razón, llegué a pensar que yo también puedo padecer el mismo mal. Tomé mi teléfono celular y empecé a averiguar sobre el cáncer linfático, hice unas relaciones y me entristecí; pero lo más llamativo de todo esto es que me puse a pensar qué haría con mi vida si realmente tuviera esta enfermedad:

- ¿Haría algún tratamiento?
- No estoy en condiciones.
- ¿Qué haría si tan sólo me quedaran unos meses de vida?
- No lo sé, pero desearía deshacerme de todo y viajar, viajar por el mundo, hasta que llegue el día.

Finalmente me quedé dormido, al día siguiente recordé lo que había pasado y volvió a mi mente la incógnita de qué hacer en caso de enfermar gravemente. Pondría en turbo mi vida quizás, y haría todo lo que ahora puedo hacer y no hago: Salir de todos mis esquemas y empezar a vivir.

El cáncer y yo no nos llevamos bien.


miércoles, 17 de mayo de 2017

Sin música, la vida sería un error

Recuerdo que la primera vez que escuché una banda de rock fue a mis 7 años haciendo zapping en la TV, felizmente transmitían Headbangersball de MTV en el canal 7, ahí escuché por primera vez a Pearl Jam, Guns 'N' Roses y Aerosmith, no sabía los títulos de las canciones, pero en ese momento, además de impactado, estaba seguro que años después las volvería a escuchar. Con el tiempo, hace como unos 20 años o menos es cuando empecé a hacer del rock y el metal una parte importante de mi vida, un símbolo de mi identidad, recuerdo esas épocas en que me pasaba horas y horas en el computador descargando discos en mp3 de 128 kbps con un modem de 33,6 kbps y ocupaba la línea de teléfono todo el día xD Bueno, ahora toda esa música anda empolvada en un rincón, con el tiempo me aburrió, si escucho algo de eso es sólo cuando voy a un boliche o qué sé yo. Desde hace unos 10 años o más mi rollo es el PROG y siento la misma emoción de hace 20 años al escuchar bandas nuevas de este género, ya cuando llegue el día en que me harte (aunque lo dudo), tendré al Avantgarde para que le siga dando sentido a mi vida, y así pasan los años, pasa la vida y nos vamos haciendo más viejos, digo, más sabios...

«Sin música, la vida sería un error»
Friedrich Nietzsche